Orden de Hermanos Menores Capuchinos
Los Capuchinos, nombre dado por el pueblo a los religiosos franciscanos que decidieron vivir con más intensidad el Evangelio según la Regla del Seráfico San Francisco de Asís, fueron reconocidos oficialmente en la Iglesia Católica por Su Santidad el Papa Clemente VII el 3 de julio de 1528, se extendieron rápidamente por Europa de la que no pudieron salir sino hasta 1578, estableciéndose en Cataluña y de ahí en adelante por la geografía hispánica con la venia del Rey Felipe II de España.
Acción misionera de los capuchinos españoles de Valencia
La primera expedición de religiosos capuchinos valencianos llegó a Cartagena de Indias en 1647, ubicándose en la difícil misión del Darién colombiano. Aquella misión no prosperó y en 1670 con una nueva expedición, desembarcando en Cartagena, el arzobispado de la ciudad les entregó la “misión de Santa Marta”, que abarcaba los departamentos del Magdalena, Guajira, Cesar, Sierra Nevada de Santa Marta y Sierra de Perijá. Los religiosos evangelizarán y favorecerán el desarrollo de esa región desde el año 1670 hasta 1830 cuando, terminada la guerra de independencia, el General Bolívar expulsó a los españoles, entre ellos a los capuchinos, que no regresarán sino hasta el año 1885, solicitados por el arzobispo de Cartagena, Mons. Eugenio Biffi, y por el presidente de Colombia, Dr. Ezequiel Hurtado.
Objetivo de los capuchinos en las misiones atendidas por ellos
El objetivo de los capuchinos en la fecunda misión de Santa Marta fue familiarizarse con la región, conocer de cerca a las comunidades indígenas, compartir con ellos, enseñarles el Evangelio y ofrecer ayuda para promover algún desarrollo. Objetivo que no fue nada fácil ni para los misioneros que emprendían algo que no conocían, ni para los indígenas a quienes les costaba asimilar una cultura y una religión totalmente distinta de las conocidas por ellos ancestralmentec
Jurisdicciones capuchinas en territorio colombiano
Inspiración misionera desde el Evangelio y la Regla de san Francisco
Establecidos los capuchinos en España, inspirados en el Capítulo XII de la Regla Bulada de San Francisco de Asís que invita a ir entre “sarracenos y otros infieles”, decidieron embarcar hacia sur América para emprender la acción evangelizadora querida por el Señor Jesús (Lucas 24, 47; Marcos 16, 1; Mateo 28, 19-20).
Capuchinos valencianos
Desde 1670 hasta 1830 misionaron con gran espíritu la bautizada “misión de Santa Marta”. Se propusieron conocer la región y a los indígenas; enseñarles el santo Evangelio, ofrecerles capacitación y desarrollo, conviviendo con los nativos, según el criterio de san Francisco establecido en la Regla no Bulada: “Sométanse a toda humana creatura sin discusiones; confiesen que son cristianos; anuncien la Palabra de Dios invitándolos a creer y si quieren bautícense” (11, 5-7). A partir de 1885 hasta 1952 se dedicaron totalmente a los departamentos de la Guajira y el Cesar con las dos Sierras, la Nevada y la de Perijá, con el propósito de evangelizar, educar y promocionar el desarrollo, a través del Vicariato Apostólico creado por la Santa Sede. En 1926 la Santa Sede les entrega también para la evangelización el archipiélago de San Andrés, poniendo en práctica los mismos objetivos.
Capuchinos catalanes
Evangelizaban en Centro América, pero en 1865 fueron expulsados, siendo acogidos por el presidente del Ecuador, Gabriel García Moreno; sin embargo, en 1883 fueron expulsados del Ecuador por su presidente Eloy Alfaro. Los capuchinos ingresan a Colombia estableciéndose en el departamento de Nariño, siendo acogidos y progresando rápidamente con vocaciones nativas, formando la custodia de Pasto. El Obispo de la diócesis de Pasto, San Ezequiel Moreno, los invita a responsabilizarse de la región de Caquetá, Putumayo y Amazonas que necesitaba evangelización. Aceptan el encargo, dedicándose celosamente desde 1900 hasta 1972 a promocionar cristiana, académica, social, económica y culturalmente aquellas regiones.
Capuchinos italianos de Palermo
La Curia General de la Orden responsabiliza a esta Provincia del gobierno de la custodia de Pasto. Con entrega se dedicaron a la expansión de los capuchinos por el occidente colombiano; ciudades como Manizales, Cali, Buga y Bello se beneficiaron de la actividad pastoral, social, cultural y educativa de los capuchinos
Capuchinos italianos de L´Áquila
La Curia General de la Orden y la Santa Sede les entrega en 1952 el Vicariato Apostólico de la Guajira. Reciben el trabajo realizado por los capuchinos valencianos y continúan aportando cristiana, académica, social, económica y culturalmente hasta 1990.
Logros de los capuchinos en Colombia
Cristianamente
El anuncio evangélico permitió la formación de comunidades católicas que favorecieron la organización de las iglesias particulares, según los parámetros de la Santa Sede, dando los pasos necesarios para crear vicariatos apostólicos, entre ellos, el archipiélago de San Andrés, Isla, Leticia en el Amazonas y, luego, las florecientes diócesis de Riohacha, Valledupar, Florencia y Sibundoy.
Académicamente
Todos se dedicaban a la educación creando internados indígenas que era la única forma de promocionar académica y culturalmente a la juventud indígena. En la alta Guajira, los internados de Nazaret, Siapana, Pancho y Aremasain, así como otros en la Sierra Nevada y la Sierra de Perijá. Los internaos del Caquetá, Putumayo y Amazonas: San Rafael, Tarapacá, Chorrera, Puerto Nariño, Leticia y otros. Los misioneros construyeron los inmuebles con lo necesario, aportaron personal religioso y establecieron contratos con el Ministerio de Educación Nacional.
Socialmente
Fundación de ciudades; promoción de las áreas agrícola y ganadera; trazo y construcción de carreteras.
Provincia de la Virgen María, Madre del Buen Pastor Colombia
Erección Canónica
La larga presencia capuchina en Colombia, desde 1647 hasta 1990, permitió a la Curia General de la Orden, en Roma, unificar a todos los capuchinos nacionales y extranjeros en una sola circuncripción que abarca todo el territorio nacional, la cual fue erigida el 3 de febrero de 1990.
Estabilización
Los capuchinos colombianos, responsables de su propia circuncripción desde 1990, han permanecido estos 33 años en los lugares patrimoniales heredados por los capuchinos extranjeros.